Cronica de un dia en la huelga


Rastros y rostros arman cada día la historia en los paraderos de la capital. Un lugar donde la vida y la muerte se dan cita para definir el destino de cada día.
Martes 30 de junio, 6 de la mañana. Lima, ciudad capital, despertó limpia de combis asesinas. La ausencia de estas se remarcaba en las carreteras limeñas. Gente angustiada espera en el paradero un trasporte que nunca llegará. Taxis pululan, como moscas alrededor de un plátano podrido, a su próximo pasajero.
José Carlos Machuca detiene su pequeño Tico de color amarillo cerca de la acera y baja la venta.


- Disculpe, a la Isil de la molía.
- 10 Luquitas. -Le responde él.
- 6 pe’ jefe, no sea malito esta aquí no más a 10 cuadras.
- Ya, ya, sube no más.


En la radio discuten el ministro de trasporte con el jefe del sindicato de taxis sobre la nueva ley de transito, cuando de la nada, una piedra del tamaño de una pelota de tenis impacta la luna frontal del carro. José Carlos, el chofer del taxi, para intempestivamente y sale en busca del revoltoso. El pasajero, que no tenía ganas de pelear, se mantiene inmóvil en su asiento, ajeno a todo problema.
En otra zona, mas lejos aún del accidente de José Carlos, me encuentro yo, un estudiante de Isil preocupado porque hoy no llegara temprano a clases. La pregunta que me formulo es: ¿Quién es el que tiene la culpa en todo este problema? ¿Los choferes de micro por no cumplir con las leyes? ¿O el gobierno con su nuevo reglamento?
El que los trasportista hayan dicho “hoy no trabajaremos” afecto a, más ni menos, 8 millones de personas, y 6 de ellas, por culpa de estos inadaptados al volante no se podrán juntar.
-¿Alo?
- Brother, creo que no llego.
- Pero por qué.
- no tengo Money, y esto de lo del paro me está fregando.
- tranquilo “Urban”, yo le digo al profe.
La de nunca acabar.

Quizás el verdadero problema es que carecemos de otros medios de trasporte. Lima está diseñada solamente para trasporte vehicular. No contamos con trenes o subterráneos. Dependiendo exclusivamente del micro o del bus. Es por esta causa que la informalidad puede aflorar entre tanto caos, papeletas nunca pagadas y sobornos diarios.
Pero fuero de todo, soy un amante de los viajes micro distritales, pasear por sus calles atestadas de gente y de tráfico, de policías corruptos, choferes honestos, y cobradores alienados.
Lima es como es y nunca cambiara.

Más lloronas que una nenita


El Día Martes 30, se realizo un paro. Claro que todos sabemos a qué se debe, y es a que los transportistas han sido unas nenitas en su otra vida. Engreídas, quejumbrosas y sobre todo lloronas. Ya que ponen reglas que saben que van a romper, hacen paro, perjudicándonos porque estamos entrando a finales, pero a ellos ni les importa.
Les contare mi historia el día del paro. Me levante y dije hoy es un gran día para estudiar (que mentira más grande =P), pensé hay paro, pero igual siempre hay uno que otro que te lleva. Al salir de mi casa no había ni un solo ¡”#%!”$ Micro, pensé estoy en problemas. Luego de un rato divise una combi salvadora, corrí con desesperación, sabía que era mi momento de subir y estar una vez más, recontra apretado mismo sardina.
Luego de bajarme en La Av. Javier Prado con rumbo a la molina volví a entrar en pánico, ya que no solo no pasaba combi, hacia ya 30min, sino que la única que paso estaba tan, pero tan llena que no entraba ni una sardina mas –ósea yo-. Dije ya que importa iré en taxi, comencé a preguntar (pensé: estaba relativamente cerca y no creo que me salga caro) y me di con la sorpresa que querían 10 soles, alegando que había mucho tráfico pe ¡VARON! Así que preferí esperar una combi lo que me sorprendió fue lo siguiente: encontré la combi. Subí estaba apretado. Incomodo. Con el sonido de la voz pashaje pashaje, le doy un sol y me dice el pasaje esta dos soles. Solté una risa que fue delirante (me reí en la cara del cobrador).
Le dije: encima que voy apretado, con olores extraños que inundan mi ser, tengo que pagarte dos soles ¡ARE U CRAZY NIGGA! No way. Obvio que luego de mi risa se molesto, no le pague. Le dije eres una nenita así que no me jodas.
Espero que igual con los paros que se vienen, nada cambie. A mi parecer está muy bien que se pongan reglas duras, ya que vivimos en un país lleno de desorden extremo.

MAÑOSOS EN LAS COMBIS

Encontramos enfermos en todos lados, especialmente en las combis. Comentando con varias chicas del tema, concluimos en que las combis son imanes de hombres enfermos. Entre estas chicas logré recolectar algunas de las historias que más me impresionaron. Así que cuidado chicas que los enfermos están al ataque.

Caso # 1

Este es un caso muy común en los que estos asquerosos aprovechan la situación para hacer de las suyas, sus víctimas de preferencia son escolares. Así que mucho cuidadito.

Lorena salió ese día a las 5 del colegio. Ese día tuvo recuperación de clases, y salió en hora punta. Las combis iban llenas, se acuerda que ninguna quería recoger a ella y sus amigas por llevar uniforme. Ese día tuvo Educación Física, estaba cansada y quería ir a descansar. Al fin una combi las recogió, estaba conversando con sus amigas, las 3 iban apretadas por la cantidad de gente que subía en cada paradero. Se bajaron sus dos amigas antes que ella. De pronto, mientras se agarraba del pasamano sintió que algo la rozaba, pensó al principio que era por el movimiento de la combi. Sin embargo siguió sintiendo y se incomodo. Volteó para ver quien estaba detrás de ella y era un hombre de 35 años aproximadamente sobandose contra ella. Empezó a gritarle y decirle asqueroso, y entre todos los pasajeros lo botaron de la combi por mañoso.


Caso # 2

Luciana subió en la mañana a la combi, consiguió asiento y empezó a leer el informe que iba a presentar ese día. La combi se fue llenando de a pocos, pero como ella tenía un largo trayecto por recorrer no se preocupo porque ya estaba sentada y para cuando llegue a su paradero la combi estaría más despejada. Faltaban 3 cuadras para llegar a su paradero, y sube un vendedor de chocolates “Cañonazo” ella se levantó de su asiento para acercarse a la puerta y bajar. Mientras bajaba no se percato que el vendedor bajaba detrás de ella, y cuando bajo sintió un palmazó en el trasero y un “Que rico culo mamita”
Logró tirarle un carterazo en la cabeza pero el hombre se fue corriendo y riendose.




Caso # 3

Carla subió a la famosa “S”. Era verano, y vestía un holgado pantalón y un polo manga cero. Iba a buscar a su amiga porque quedaron en ver películas juntas. Se sentó en los asientos de dos mirando todo el rato para su ventana. Sentía una penetrante mirada, a su lado derecho. Decidió no darle importancia porque pensaba que era uno de esos tantos mirones desagradables. Escuchaba música pensando en las cosas que tenía que hacer al día siguiente, hasta que se percato que estaba por llegar a su destino. Volteó a mirar a su lado derecho para ver cuantas cuadras faltaban aproximadamente, y se encontró con la imagen más fea de toda su vida. Un joven, de raza negra, tenía todo su miembro afuera y estaba masturbándose mientras la miraba. Se quedó helada, solo atinó a gritar ¡BAJO, BAJO! sentía que su cuerpo se había inmovilizado del susto. Saliendo a tropezones de la combi, logró gritarle ¡ASQUEROSO! tuvo mala suerte habían pocos pasajeros, y ninguno de ellos en los asientos detrás de Carla y el asqueroso.


Como estos casos hay miles y peores, por eso si ustedes son testigos de alguno de ellos hagan algo al respeto y no se hagan los de la vista gorda. Las mujeres no tenemos porqué pasar por esto cada vez que nos subimos a una combi. Es una falta de respeto que no nos merecemos. Puede que suene gracioso o algo pero piensen que sus madres, hermanas, enamoradas, novias, primas podrían pasar por lo mismo y no es bonito. Y para los asquerosos que hacen eso busquen un psicólogo, psiquiatra, porque están mal de la cabeza, no siento nada más que asco y desprecio por estos seres.

Historias de combis

Historias de combis
Combi: Nombre genérico con el que se llama, en el Perú, a un vehículo de transporte público más pequeño que el micro. Son camionetas rurales que invadieron Lima y el Perú hace más de 10 años. Hay de dos tipos: las combis en sí (que son muy pequeñas, como las peceras en México) y las coasters (que les llaman cústers, por la pronunciación, un poquito más grandes.
Cómo no hablar de este mundo tan peculiar, un mundo donde el espacio propio no es respetado, donde el lenguaje crea su propio código o pragmática, donde los sentidos deben ser autocensurados por el bienestar personal, donde la educación y los modales son olvidados, donde las grandes imitaciones de un CK ONE, Colors, Brut, entre otros son opacados por el popular Pacuso (Pata, culo y sobaco).El mundo del “Dentra dentra”, “pague con sencillo”, “pie derecho”, los “nadies” y los “haiga” sin dejar atrás el popular “habla vasss” y la combinación de números que solo comprenden los cobradores, los dateros y los choferes. Puedo entender un sales con 3 (eso es que la competencia paso hace 3 minutos) pero que es un 4, 1, 2 o un 3, 1, 1… La verdad que “desconozco mayormente”.En mi época de cachimba entendí lo que era un plomo (o sea yo) Dicese de la persona que sube más o menos por el primer paradero y baja casi al final… Y cuando pagas universitario eres un plomazo. Obviamente esto viene acompañado de la mirada matadora del chofer por el espejo retrovisor y del maltrato del cobrador.Oh! el cobrador puedo decir muchas cosas de este personaje, por ejemplo puedo enunciar algunas de sus características y/o requisitos para destacar en su profesión, por ejemplo:
Estatura máxima de 1.65 m. así entra sin problemas entre el escalón y la puerta corrediza.
Contar con la capacidad y habilidad de aguantar una, pero solo una uña larga y sucia.
Poseer un dominio fluido de la palabra, aunque no siempre la mejor dicción, para en menos de 15 segundos decir con 50 palabras, la ruta correspondiente.
Tener intenciones serias de tergiversar el lenguaje y/o reinventar palabras para facilitar su chamba.
Tener muy pocos modales en el trato, léase: escupir por la ventana, sonarse la nariz con dos dedos y limpiarse en el pantalón, gilearse a cuanta chica vea, usar la camisa que más huecos tenga y si está sucia mejor.
Poseer manos y dedos flexibles y diestros, no solo para controlar las monedas, sino para llamar a la gente y empujar al pasajero (a) por el brazo o la espalda al momento de subirlo, mientras la combi entra en marcha abruptamente.
Es que, realmente qué no he pasado con los cobradores, yo que aún no pierdo la esperanza que en algún momento me contesten el Buenos Días o el Gracias…creo que en los 12 años que vengo movilizándome en este transporte, solamente tres me han respondido amablemente, yo se que están cansados, agotados y de mal humor… pero un poco de cortesía y DESODORANTE no le vienen mal a nadie.Bueno creo que por hoy es suficiente de combis, afortunadamente hoy mi novio me va a transportar en su carro :D


Crazy combi


El nuevo juego de inventarte.com la esta rompiendo en facebook.com, convirtiendose en el juego más jugado en el Perú. aqui el link

http://www.crazycombi.com/

Personajes de combi

Este blog esta creado para todos aquellos mortales, que día a día, desde cualquier vitrina (chofer, cobrador, pasajero, peatón o simple espectador), nos topamos con una combi.Definamos a los personajes de nuestras historias- Combi: vehículo de transporte de pasajeros(?) que circula por las calles de Lima (y balnearios).- Chofer y Cobrador de Combi (reyes de la carretera -king's highway- quijote con sancho - reina con marador, botijas y chompiras), segun la cultura urbana, son los personajes principales de las historias que corren, pisan, paran, levantan, gilean, planchan, coimean, chinean y tienen otras nobles actitudes, para llevarnos en el menor tiempo posible a nuestro destino... porque, si salió tarde, no es culpa del chofer!.- Datero: informante del trafico, las batidas, las rutas alternativas y de todo lo que un despistado chofer necesite para sortear y lograr hacer el menor tiempo posible entre un lugar y otro. Conoce el principio de "la menor distancia entre dos puntos es la linea recta".- Jalador: llenador de combi, te sube vayas o no vayas, te indica gentilmente que la ruta de la combi, te deja "aquisito nomás" y luego reclama su porción de la llenada.- Jermita del chofer: Esa dulcinea que esta sentada al lado derecho del chofer y que se encarga, de cambiar la radio, poner el cassete (enganchado con el lapicero para que no salte de la casetera al primer bache), y logra que su noble caballero, nos lleve a nuestro paradero, desafiando todas las leyes de la gravedad... y la policía.- Pasajeros: mártires del transporte urbano que por una chinita o una luca, suben a estos símbolos de la modernidad urbana.- Espontáneos (como los de trampolín a la fama): vendedores, limosneros, cantantes, y todo aquel que por una moneda que no le hace rico a él ni pobre a ti, obtiene un beneficio, y sobretodo, entretiene tu viaje.Y para ti, que es una combi???... lleva, lleva!!!

Combi - Peru

No te he venido con las manos vacías


“Señores pasajeros, damas y caballeros, varón, señora, señorita, quien les habla es una joven madre/padre de familia que se gana la vida honradamente vendiendo este delicioso producto nacional para llevar el pan a la mesa de su hogar y así poder salir adelante con mis dos pequeños hijos. No me mires mal, levántame la moral, apóyame aunque sea con uno de estos deliciosos dulces. ¿Cuánto le vale? ¿Cuánto le cuesta? A dos por cincuenta o cinco por un sol”

Mas o menos así son los discursos que todos los peruanos escuchamos al subirnos a una combi. Creo que hablo por la mayoría, ¡¡¡ESTAMOS CANSADOS DE ESCUCHARLOS!!! No sólo porque son deprimentes, sino porque no tenemos que estar escuchando los problemas de otros cuando nosotros podemos apenas lidiar con los nuestros.
Sé que es un trabajo honrado el que hacen, y me imagino que debe ser muy agotador, como también resulta agotador pasar el tiempo escuchar el mismo discurso una y otra vez.
Ese discurso que parece que todos agarran de molde, cada vez resulta más deprimente en escucharlo, no sólo por el contenido (que siempre es devastador) sino por la forma como lo dicen (el tono, como si la voz les pesará para hablar), además de eso, se nota que ellos mismos están cansados de decir lo mismo porque ya ni pronuncian las palabras, no se les entiende NADA. Creo que por respeto a los pasajeros deberían tratar como mínimo de pronunciar, por lo menos para entender que es lo que venden o quieren, y no aparecer con voz de ultra tumba.
Además están los que salieron del Centro Victoria, Cedro, y la cárcel. ¿Qué pretenden, contándonos acerca de las fechorías que hacían? ¿intimidarnos?, ¿Porqué suben a mostrarnos los chuzos, tatuajes que tienen en su piel?¿intimidarnos?
Por otro lado tenemos a las madres que suben con sus bebes. Sé que tratan de vender, pero a veces me da la impresión que el bebe es parte de la decoración porque nunca se dan cuenta que el bebe se da de cabezazos contra todo, porque ellas están muy preocupadas en vender. Madres de familias no usen a sus bebes para fines lucrativos.
Y en general, (incluyendo a los que cantan) no entiendo porque si ven que alguien esta hablando por celular, se esmeran en alzar más su voz y hacer imposible una comunicación vía celular con alguien. ¿Porqué alzan más la voz cuando uno habla por celular?
Por ultimo, no nos pongan mala cara, ni nos maldigan cuando les decimos que no tenemos. Sean conscientes de que también han subido miles antes de ustedes diciéndonos que 10,20,30,40,50 centavos no nos hacen ricos ni pobres. La mayoría de gente tiene buena voluntad pero entiendan que no somos Mac Pato, ni Bill Gates, para ayudar a cada uno de ustedes. No nos insistan, si les decimos que no tenemos, debe ser que de verdad no tenemos. No es tampoco nuestra obligación, sean más comprensivos y no nos lancen miradas de “muérete tacaño de m...”
Ah me olvidaba, si van a vender háganlo por lo menos con una sonrisa en la cara, se que debe ser difícil después de una larga jornada, pero creo que con una sonrisa daría mas gusto comprar.

Oficina combi


ENCANTOS Y DESENCANTOS DE CHAMBEAR MIENTRAS TE TRANSPORTAN
Para algunos, la combi es una rara forma de extensión del sueño. O sea, duermo cinco horas en casa y una más en la combi. Así me organizo yo pues oye (porque yo me organizo, ah). Lindo, ¿no? Limenean way of life. Pero también están los que no parpadean, los que no pueden perder el tiempo, los que ayer leyeron por décima vez a Miguel Ángel Cornejo antes de dormir y hoy quieren conquistar el mundo, o intentarlo, o decir que lo intentaron, y saben que en este arenal de Dios perder un segundo es perder un granito-oportunidad. Hoy es tu día y debes sacarle provecho: sube al vehículo, camina haciendo el un-dos-tres un-dos-tres que bien conoces para no mancharte los lustradísimos zapatos. Y a vencer se dijo. No pienses lo contrario.
Estos chicos-vigor llevan traje y corbata, un maletín gordo de mano y teléfono celular. Y han asumido que la combi no es una extensión del sueño, sino más bien un preludio de la oficina. Hay algunos que vivimos a otro ritmo, dice el workahólico comercial de Nextel. Y el primer nextelazo —¡pri-pri!— introduce en la atmósfera matutina de la combi intrusas órdenes de compra, puteadas a subalternos, apuradas enmiendas, instrucciones a la secre, y toda clase encargos urgentes que no pueden esperar ni un segundo, un toque, no cuelgues, cóbrate broder, sí, sí, aquí estoy, te escucho te escucho.
La combi es un espacio sin claras delimitaciones. Un lugar para el odio y para el amor, para la violencia y la solidaridad, para el miedo y la nostalgia, para dormir y chambear. Si los ejecutivos que controlan el planeta pueden pulir las (frías) hojas excel de sus laptops dulcemente encaramados en aviones de primera clase, ¿por qué no abrir la agenda todo terreno sobre el maletín —los apretujados muslos como soporte— e ir avanzando sobre ruedas? ¿No dijo un poeta que se hace camino al andar? Si la combi te condena a un suplicio de noventa y cinco minutos, ¿no es mejor tratar de sacarle el jugo —el jugo de smog— y serle útil a la sociedad en vez de hacer del viaje un paréntesis bobo? Recuerda: el día útil tiene 17 horas. 17 mil granitos de arena que ahora mismo están cayendo. Saca el lapicero. Ve apuntando cosas importantes para la chamba. La práctica te permitirá no perder el pulso a pesar de los baches. La luz roja no es una luz roja: es el momento de mayor productividad. Lee tus separatas de capacitación, esos powerpoints impresos con caritas para digerirlos mejor. Repásalos. Capacítate. Róbale tiempo al tiempo. Mientras tú viajas en la combi otro afila el serrucho que acabará contigo si no te pones, ahorita, las rayovac.
Pero claro, yo opino igual que muchos de ustedes: la combi está hecha para viajar, pensar en uno mismo, mañosearse, mecharse. Pero... ¿para trabajar? Por Dios, te queda todo el fuckin día para trabajar. ¿Es necesario que me claves en la cara la antena de tu celular, perdón cholo, y que grites como un orate que el pedido de Ramírez no llegará a tiempo? ¿Qué terrible confusión en las relaciones humanas hace que al hablar por teléfono de cosas de chamba te sientas con derecho de vociferar 3.2 veces más alto que cuando hablas, por ejemplo, con tu mamá? ¿Es que no puedes estar quieto?
La adicción al trabajo es un problema que afecta a países desarrollados pero sobre todo a países pobres que se juran en bonanza (como el nuestro) y la combi se presta para empeorar las cosas. No hay que olvidar que muchos choferes de combi trabajan demasiado porque, entre otras cosas, no quieren volver a casa. Ganar más efectivo, esa es la consigna, porque el afectivo… ¡al carajo con el afectivo! El resultado es una atmósfera de estrés que puede ser insoportable: prueben viajar en una combi con más de tres nextels en sincronizada orquesta y les aseguro que odiarán en cuestión de segundos a la especie humana, y esa estúpida compulsión suya de llegar antes, lo más rápido posible, aunque en el camino te conviertas en trocitos, bien lejos de ese omnívoro sujeto que alucinaste ser.

Mañana Maldita Escuela de Combis ''Sarita Colonia''

Viaje en combi


El desastroso y pestilente estado de la mayoría de las combis que utiliza la población para transportarse, puede tener perniciosas consecuencias.


Se ha propagado el rumor
de un deceso muy sentido:
a causa del mal olor
que, por haberse dormido,
un pasajero de combi
pareciera haber sufrido,
se quedó el pobre tan zombi
que, asfixiado, ha fallecido.

Y dicen que el propietario
se ha fugado, temeroso,
ya que el viejo dinosaurio
de lata, todo seboso,
no había sido lavado
en veinte años, qué rastrero,
por eso murió pegado
al asiento, el pasajero.

Muy poco antes de morir
parece que despertó
y aunque quiso, el zombi, huir,
él nunca se despegó.
Si en combi usted viaja a diario
viene a ser muy oportuno,
que se siente sobre un diario
pero no en Perú.21.

Fuente: Nicolás Yerovi
Peru21

10 cosas que odio de ti (combis)




1) Por que los conductores se juran Vin Diesel de Rápidos y Furiosos, solo que en versión lorcha manejando sus destartalados carros como si fueran Schumager, creyendo que son los dueños de las pistas. Peor aún si están haciendo carreritas, o como dicen los dateros, "tan' en correteo".

2) Por que los pasajeros se esmeran en respirar y oler aires ajenos. Verano o invierno, los pasajeros tienen la manía de cerrar todas las ventanas, sin importar que apeste a mil demonios, que estas se empañen, que huela a pollo a la brasa, o sentir el olor de la respiración de otra persona ( no hay cosa más insoportable que eso), que al cobrador le huela mal la boca, o alguien tenga un terrible olor a cebolla.

3) Porque dejan subir a mil personas para vender chicle, caramelos, llaveros, lapiceros, Centro Victoria, los que salen de la cárcel, niños cantando (la mayoría te da un dolor de oído), choros, etc.

4) Porque las combis son el único lugar donde los precios cambian de un día para otro, de una hora a otra, o si al cobrador se le ocurre que así sea.

5) Porque el pasaje universitario dejo de existir hace mucho, y con las justas aceptan a escolares.

6) Porque te hacen llorar los oídos cuando ponen música a todo volumen, sea reggaeton, salsa, y a veces el vomitivo techno.

7) Porque nunca hacen caso al “paradero baja” siempre te dejan antes o después, nunca en el que pides.

8) Porque en un carro donde entran 14 personas hacen que entren más de 30, y uno tiene que jugar a la persona elástica para pasar entre la masa de gente apachurrada que hay entre el lugar donde estas parado(a) a la puerta, siempre recibiendo de pasada un pisotazo, codazo, manazo, o algo por el estilo.


9) Porque nunca se sabe cuando van a arrancar. Siempre arrancan antes que te termines de subir al carro, o antes que termines de bajarlo.

10) Porque nunca hacen respetar el asiento reservado.